Foto by Lynnetty ( Jardin Botanico, Sto. Dgo. Rep. Dom )
APRENDI Y DECIDI,,
Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro,
decidí triunfar; decidí no esperar a las oportunidades, sino
yo mismo buscarlas; decidí ver cada problema como la
oportunidad de encontrar una solución; decidí ver cada
desierto como la oportunidad de encontrar un oasis;
decidí ver cada noche como un misterio a resolver;
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis
propias debilidades, y que en éstas está la única y mejor
forma de superarnos; aquel día dejé de temer a perder.
Y costaba romper la costumbre, pero se pudo.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui;
me dejó de importar quién ganara o perdiera:
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar
de subir. Descubrí que el amor es más que un simple
estado de enamoramiento: el amor es una filosofía de vida.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos
pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente;
aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el
camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para
hacerse realidad; desde aquel día ya no duermo para
descansar: ahora simplemente duermo para soñar.
Ray Bueno
Miami, Fla. USA
Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro,
decidí triunfar; decidí no esperar a las oportunidades, sino
yo mismo buscarlas; decidí ver cada problema como la
oportunidad de encontrar una solución; decidí ver cada
desierto como la oportunidad de encontrar un oasis;
decidí ver cada noche como un misterio a resolver;
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis
propias debilidades, y que en éstas está la única y mejor
forma de superarnos; aquel día dejé de temer a perder.
Y costaba romper la costumbre, pero se pudo.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui;
me dejó de importar quién ganara o perdiera:
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar
de subir. Descubrí que el amor es más que un simple
estado de enamoramiento: el amor es una filosofía de vida.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos
pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente;
aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el
camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para
hacerse realidad; desde aquel día ya no duermo para
descansar: ahora simplemente duermo para soñar.
Ray Bueno
Miami, Fla. USA