CERRANDO CIRCULOS Y
CAPITULOS
2da parte/Paulo Coehlo
La vida está para adelante, nunca
para atrás.
Porque si usted anda por la vida
dejando “puertas abiertas”, por si
acaso, nunca podrá desprenderse ni
vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no
clausuran, posibilidades de
“regresar” (¿a qué?), necesidad de
aclaraciones, palabras que
no se dijeron, silencios que lo invadieron.
¡Si puede enfrentarlos ya y ahora,
hágalo! Si no, déjelo ir, cierre capítulos.
Dígase a usted mismo que no,
que no vuelve.
Pero no por orgullo ni por soberbia sino
porque usted ya no encaja allí, en ese
lugar, en ese corazón, en esa habitación,
en esa casa, en ese escritorio, en ese
oficio, usted ya no es el mismo que se
fue, hace dos días, hace tres meses, hace
un año, por lo tanto, no hay nada a
que volver.
Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el
círculo.
Ni usted será el mismo ni el entorno al
que regresa será igual porque en la vida
nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo
desprender lo que ya no está en su vida.
Recuerde que nada ni nadie es
indispensable.
Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo,
nada es vital para vivir porque cuando
usted vino a este mundo “llegó” sin ese
adhesivo, por lo tanto es “costumbre” vivir
pegado a él y es un trabajo personal
aprender a vivir sin él, sin
el adhesivo humano o físico que
hoy le duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a
desprenderse y humanamente se puede
lograr porque, le repito, nada ni nadie
nos es indispensable.
Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero... cierre, clausure, limpie, tire,
oxigene, despréndase, sacuda, suelte.
Hay tantas palabras para significar
salud mental y cualquiera que sea la
que escoja, le ayudará definitivamente a
seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!
Ray Bueno
Miami, Fla. USA
"Quien no comprende una mirada,
tampoco comprenderá una larga
explicación".
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