DETENTE.... TU PUEDES CAMBIAR LAS CIRCUNSTANCIAS.
Las crisis personales son extraordinarias oportunidades
para crecer y esto es posible cuando reconocemos
nuestro papel protagonista en dichos sucesos... L. Lbasi
“No somos víctimas de las circunstancias, nosotros
creamos nuestras propias circunstancias..."
Sin embargo, en diversas ocasiones nos preguntamos
sorprendidos por qué las cosas sucedieron como
sucedieron y buscamos de inmediato a un culpable o
responsable para poner a salvo nuestra irresponsabilidad.
Desde luego, existen acontecimientos fruto de la casualidad
fuera de nuestro control, como un terremoto, una tormenta,
un accidente en el cual no fuimos protagonistas: otro
manejaba, una piedra nos cayó, un rayo, etc., pero en
la mayoría de las ocasiones no es la casualidad sino la
causalidad; nosotros mismos producimos que nos
despidieran del trabajo, que nuestra pareja nos abandonara,
que no exista la comunicación con nuestros hijos
entre muchas otras situaciones por las que atravesamos
y que según nosotros son inexplicables.
Las crisis personales son extraordinarias oportunidades
para crecer y esto es posible cuando reconocemos
nuestro papel protagonista en dichos sucesos, cuando
tenemos la capacidad de absorber nuestros propios
errores, cuando esto sucede somos victoriosos de la
crisis, la adversidad se convierte en buenaventura, el
fracaso en sabiduría, el error en luz, estamos listos para
seguir avanzando...
Por el contrario, la obstinación por “tener la razón” nos
ciega, nos lleva a cometer nuevamente el mismo error,
hay a quien por supuesto le sorprende la muerte y
estaba equivocado, se despide de este mundo renegando
de que en vida nadie lo pudo comprender, no es mas
que soberbia por no asumir la responsabilidad de los
hechos de su vida.
Es triste y al mismo tiempo maravilloso comprender
nuestras equivocaciones, maravilloso porque la luz nos
iluminó, triste por el tiempo que perdimos
y nunca más volverá.
Detenerse, palabra maravillosa y necesaria para asimilar
las lecciones que nos da la vida, para ello es indispensable
ser humilde, no para resignarnos a las circunstancias
que nosotros mismos hemos creado sino para aprender
lo que aún nos falta por aprender.
Cuanta grandeza encierra el espíritu de aquel ser humano
que se deja por la vida enseñar. Caminando por la
existencia mientras asimila en su alforja la experiencia que
día a día la vida le ofrece, parafraseando a un gran escritor,
tal vez por muy pocos conocido, el maestro Eric Fromm;
"todos podemos ser nuestros propios psiquiatras
sanándonos diariamente, gracias a la reflexión podemos
extraer de cada momento la lección de cómo ser mejores".
Ray Bueno
Miami, Fla. USA
"El alma tiene ilusiones como el pájaro tiene alas:
es lo que la sostiene".
Las crisis personales son extraordinarias oportunidades
para crecer y esto es posible cuando reconocemos
nuestro papel protagonista en dichos sucesos... L. Lbasi
“No somos víctimas de las circunstancias, nosotros
creamos nuestras propias circunstancias..."
Sin embargo, en diversas ocasiones nos preguntamos
sorprendidos por qué las cosas sucedieron como
sucedieron y buscamos de inmediato a un culpable o
responsable para poner a salvo nuestra irresponsabilidad.
Desde luego, existen acontecimientos fruto de la casualidad
fuera de nuestro control, como un terremoto, una tormenta,
un accidente en el cual no fuimos protagonistas: otro
manejaba, una piedra nos cayó, un rayo, etc., pero en
la mayoría de las ocasiones no es la casualidad sino la
causalidad; nosotros mismos producimos que nos
despidieran del trabajo, que nuestra pareja nos abandonara,
que no exista la comunicación con nuestros hijos
entre muchas otras situaciones por las que atravesamos
y que según nosotros son inexplicables.
Las crisis personales son extraordinarias oportunidades
para crecer y esto es posible cuando reconocemos
nuestro papel protagonista en dichos sucesos, cuando
tenemos la capacidad de absorber nuestros propios
errores, cuando esto sucede somos victoriosos de la
crisis, la adversidad se convierte en buenaventura, el
fracaso en sabiduría, el error en luz, estamos listos para
seguir avanzando...
Por el contrario, la obstinación por “tener la razón” nos
ciega, nos lleva a cometer nuevamente el mismo error,
hay a quien por supuesto le sorprende la muerte y
estaba equivocado, se despide de este mundo renegando
de que en vida nadie lo pudo comprender, no es mas
que soberbia por no asumir la responsabilidad de los
hechos de su vida.
Es triste y al mismo tiempo maravilloso comprender
nuestras equivocaciones, maravilloso porque la luz nos
iluminó, triste por el tiempo que perdimos
y nunca más volverá.
Detenerse, palabra maravillosa y necesaria para asimilar
las lecciones que nos da la vida, para ello es indispensable
ser humilde, no para resignarnos a las circunstancias
que nosotros mismos hemos creado sino para aprender
lo que aún nos falta por aprender.
Cuanta grandeza encierra el espíritu de aquel ser humano
que se deja por la vida enseñar. Caminando por la
existencia mientras asimila en su alforja la experiencia que
día a día la vida le ofrece, parafraseando a un gran escritor,
tal vez por muy pocos conocido, el maestro Eric Fromm;
"todos podemos ser nuestros propios psiquiatras
sanándonos diariamente, gracias a la reflexión podemos
extraer de cada momento la lección de cómo ser mejores".
Ray Bueno
Miami, Fla. USA
"El alma tiene ilusiones como el pájaro tiene alas:
es lo que la sostiene".
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